Alguien me susurro tu nombre....

Otra noche que no se de ti, es ilógico creer que puedas estar pensando en mí, ¿pensaras en mi? es una pregunta que viene a mi cada vez que cierro los ojos para intentar dormir, esta noche sigue el dolor, mientras más pasan los días es mucho más fácil pronunciar tu nombre, revisar libros de amor, mirar el cielo lleno de estrellas, fumarme un cigarro en mi balcón, cosas tan simples que no dolían cuando tú estabas.  Un corazón abatido por los pensamientos, he llegado a la conclusión que ya no quiero pensarte, me hace daño recordarte, quiero que pasen los días y vuelvas a ser un simple mortal del pasado.

Esta noche no quiero soñarte, cada vez que me despierto de un sueño donde eres tangible, despierto con un vació gigante, las paredes de mi cuarto no quieren verme llorar, nadie quiere seguirme viendo triste, mi sonrisa se ha ido y viene a visitarme en pocos momentos del día. Deja de susurrar su nombre, esta noche quiero descansar y pensar que solo fuiste magia de una noche de alcohol, aunque la realidad sea distinta.

¡No te odio, pero es mejor que disfrutemos de lo bonito!

Esto me llevo algunos años entenderlo; mi lema de vida es que todas las personas que pasan por mi vida tienen un objetivo, no juzgo ni odio al que me hizo daño sin piedad, agradezco su aprendizaje que me dejo, muchas personas me dicen que soy pendeja, pero la verdad es que no me importa.

El que me conoce sabe que me cuesta desapegarme después de haberme apegado, pues las personas que nos cuesta querer suele sucederle esto.

Hace unos meses hice clic con alguien que me explico la raíz de ese problema, inconscientemente me quedaba en el pasado, esa virtud de ver cosas positivas en personas que me generan cosas negativas me hicieron dar cuenta que ese tipo de personas no se deben odiar, pero si se deben mantener distanciadas, no es personal con ellos; no los odio ¡es un bien personal!

El mantener a una persona en tu vida por miedo a perder su amistad o algún beneficio inútil, no es algo que a largo plazo te de buenos resultados, el mantener lejos a esas personas tiene sus ventajas. 

Por ahí hay un dicho de que dice; de lejitos nos vemos más bonitos.